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BLOGATÓN: Violeta Parra

Este lunes se cumplen 40 años de la muerte de Violeta Parra. Como es habitual, a la hora de los homenajes y los recuerdos somos unos ineptos. Trato de pensar que no es falta de cariño. Nos pegaron tan fuerte en la cabezota que todavía nos cuesta acordarnos de ciertas cosas.

Como de Violeta Parra.

Pero aún es tiempo. Y por eso quiero convocar a esta blogatón. Una blogatón es una maratón de blogs en la que el mayor número de personas posibles deciden escribir en su blog sobre un mismo tema. Si lo hacen , me avisan en los comentarios y reuniré los links aquí mismito. Pueden hablar de Oña Violeta desde cualquier perspectiva, en cuanto lo dicho sea, digamos, un aporte (y no solo un «Viva Violeta. Guau»).

La convocatoria de la BLOGATON estará abierta hasta el 15 de febrero, y luego volveré a abrirla en OCTUBRE, para la celebración de los noventa años de su nacimiento.

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Para mí Violeta Parra sigue siendo un misterio: mezcla de madre campesina y rockera contestataria, mujer intensa y sensible, gigante y pequeña y maldita. Es interesante observar cómo todo el mundo se rindió y se sigue rindiendo embobado ante su figura, su poesía, sus construcciones melódicas que siguen vivas y se siguen escuchando modernas.

En el cine, Violeta Parra colaboró con el documentalista Sergio Bravo. De acuerdo a lo que recoge Marcia Orell en su libro de entrevistas «Las fuentes del cine latinoamericano» (Editorial PUCV, 2006), Violeta Parra hizo una tonada para musicalizar la restauración que hiciera Bravo (en 1959) de «El húsar de la muerte» de Pedro Sienna. Aunque finalmente esa música no se ocupó, la colaboración con Bravo está viva desde su primera película, «Mimbre» (1957, que retrata bellamente las labores de un artesano popular llamado Manzanito) y continúa en «Trilla» (1962, filmada en Canquihue, cerca de Concepción) y «Casamiento de negros» (1962, sobre las cerámicas de Quinchamalí, y en la que es la primera vez que Oña Violeta sale en cámara). Según entrevista Jacqueline Mouesca a Bravo en su libro «Plano secuencia de la memoria de Chile» (1960-1985), la colaboración entre la cantante y el director «utilizó la técnica del cine mudo»:

A Manzanito -dice Bravo- lo ibamos descubriendo mientras filmábamos las figuras prodigiosas que tejía en mimbre, y Violeta comentaba su trabajo con la guitarra.

Las pocas imágenes de Violeta Parra que se conocen están en un documental de la televisión suiza, hecho cuando visitó ese país con sus arpilleras («Violeta Parra de Chile», 1965). Ahí se la ve cantando, tejiendo sus arpilleras, y hasta bailando una cueca sola. Conversa con su entrevistadora en fluido francés. Partes de esas secuencias aparecen el documental «Viola chilensis» de Luis Vera (2005).

Y está esta rareza, por llamarla de alguna manera. El mayor documentalista cubano de la revolución, Santiago Alvarez, no pudo quedarse impávido ante el derrocamiento de Allende en 1973, e hizo un pequeño documental musical de 16 minutos llamado «El tigre saltó y mató, pero morirá… morirá» (me preguntó que otros títulos alternativos debió tener Álvarez en carpeta antes de elegir este). El documental es del mismo 1973, y el tigre al que hace referencia Alvarez es Pinochet (la historia sería testigo de que Pinochet moriría recién en el 2006… 8 años después que el mismo Alvarez). El trabajo es, según dice la misma película, un «relato en cuatro canciones como homenaje a las víctimas del sadismo fascista que las Fuerzas Armadas y la CIA vienen perpetrando en Chile desde el 11 de septiembre de 1973». Las cuatro canciones son tres de Víctor Jara y una de Violeta Parra, que es la que les presento a continuación: «Qué dirá el Santo Padre», que aparece en su álbum «Recordardo a Chile» de 1965. (Si se interesan, pueden ver el documental completo en dos partes: aquí y aquí).

Veo estas imágenes, escucho estas letras proféticas, y llámenme frívolo, pero no dejo de pensar que esta señora sí que sabía lo que era el rock.

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Lee lo que tienen que decir los participantes de esta blogatón:

  • Gerardo Espíndola, desde Arica, es el primero en llegar a esta fiesta y dice: «Escucho La Carta y levanto el puño; escucho el Rin del Angelito y me recojo.».
  • Chamila Rodríguez hace un vínculo entre On Raúl y Oña Violeta.
  • Rodrigo Olavarría presenta recortes de prensa, discos completos, entrevistas inéditas y otros impresionantes materiales obtenidos de coleccionistas varios.
  • Según Freddy, Violeta era «humilde, pero estaba un poco ida». Y encuentra un video en You Tube del documental suizo que yo no encontré.
  • María Petraglia desde Buenos Aires se pregunta cómo una misma persona pudo escribir dos canciones tan opuestas como «Gracias a la vida» y «Maldigo el alto cielo»
  • Marisol García no escribe en su blog, pero me autoriza a anotar en esta blogatón un artículo suyo publicado en La Nación Domingo donde nos recuerda «la esencia de la, a veces, incomprensible difusión de su talento: afectuosa y agradecida entre anónimos seguidores, y fría y medida desde el mundo cultural oficial«. Luego, en su blog, nos recuerda que su disco «Las últimas composiciones», publicado tres meses antes de su muerte, es sin problemas el mejor disco de la historia de la música popular chilena.
  • El überbloggerRoberto Arancibia también se anota en la cruzada y la primera palabra que ocupa para describirla es «incansable». Sí que lo era.
  • Sergio Cancino nos cuenta como Oña Violeta se tomará todos los programas de radio Concierto este lunes 5. Y luego habla de otras cosas…
  • Simon Mazzet hace mención de quienes han mantenido viva su obra.
  • Mauricio Peñaloza recuerda cómo se la presentó su madre: «Era una cantante que se murió por una pena de amor».
  • Boris describe con precisión cómo «Gracias a la vida» se transformó en un himno de los Derechos Humanos en Chile.
  • Sus canciones más bellas, según VerónicaBas, «están llenas de tristeza, melancolía y de rabia».
  • «Después de 40 años la música y el arte de Violeta Parra permanecen entre nosotros» comparte Claudia Bazán desde Rosario, Argentina.
  • Araceli Casanova, desde Santa Cruz, Colchagua: «Se fue a buscar nuevos elementos para hacer telares».
  • «Recopiló más de 3000 canciones chilenas» anota Paula Acciarressi.
  • Fernando Obregón Rossi desde Lima, Perú, reúne video de You Tube con algunos covers de sus temas.
  • Barbaraza se siente culpable de no haber estado al tanto de esta fecha.
  • Horacio Garay destaca «la valentía que tuvo al dar el primer paso en la creación de identidad en un contexto poco sosegado para toda Latinoamerica».
  • Eugenia Prado recuerda la potente letra de «Maldigo del Alto Cielo».
  • Natalia del Campo no puede evitar comparar la vida de Violeta con la de Gabriela Mistral, de quien se cumplieron 50 años de su muerte hace un par de semanas.
  • Pablo Solís: «Para los Parra podrá ser triste, (pero) hoy para mí y supongo que para muchos más fue un día lindo».
  • Javier Sanfeliú aclara que a «nosotros como generación nos toca reconstruir la memoria». De ahí somos.
  • Fabio Power se pone melancólico y recuerda un disco de Violeta, pipeño, una alemana y una paliza que recibió en Talca. Creo que en ese orden.
  • Gonzalo Montecinos habla de Violeta Parra como «una mezcla rara entre melancolía, autenticidad, folclore y rock».
  • Desde Pitrufkén, en el blog del programa «En todas las esquinas» de radio Universal, Adolfo Venegas hace un sentido resumen de su biografía y descubre algo más que no sabía: que Violeta llegó a las radios a partir de un recital en la casa de Pablo Neruda en 1953.
  • Carmela, maestra de Reiki de Ñuñoa, rescata la «Defensa de Violeta Parra» escrita por su hermano Nicanor.
  • Julia Ardón de San José, Costa Rica, recopila una nota biográfica en Página 12.
  • Julio ‘Malayo’ Carrasco recuerda cuando junto a Los Muebles celebraron su cumpleaños en el 2004.
  • Margarida V, desde Portugal, también hace su panegírico (en portugués).
  • Valericio sube «La jardinera» a su blog.
  • Casi igual de minimalista es Jorge Enrique Díaz Pérez.
  • Desde Zancada, Paty Leiva también se pregunta por los dos extremos de su carrera: «Gracias a la vida» y «Maldigo del alto cielo».
  • Gabriel Medrano trata de entender el dolor detrás de «Corazón maldito», y las líneas llegan hasta Kurt Cobain.
  • José Nova se pregunta por las razones de su suicidio.
  • Cienfuegos rescata la hermandad, «ese pandillaje luminoso» que reunió a los talentos que reunió en los sesentas.
  • Rodrigo Meza es otro de los que agradece la recopilación parriana de Rodrigo Olavarría.
  • Roxi: «‘La Jardinera’ es un llamado a reconciliarse con la vida, a armonizar, a amar, a equilibrar las emociones, por difícil que sea, y todo a través del contacto con la naturaleza».
  • Javier Osorio recuerda una reveladora anécdota de Patricio Manns y la Señora en un avión con desperfectos mecánicos en pleno 1966.

ACTUALIZADO A LAS 18:02 HRS DEL VIERNES 9 DE FEBRERO DE 2007.

Súmate a la Blogatón y lo que escribas quedará linkeado acá. ¡Gracias!

Por Gonzalo MAZA

47 respuestas a «BLOGATÓN: Violeta Parra»

¿Qué puedo decir?
Viva Violeta Parra, la mejor escritora chilena de todos los tiempos.

Aprovecho el espacio: Lean la abrumadora crónica sobre el ejercicio del periodismo que escribió Leonidas Andreiev:

blogentero.blogspot.com

Hice este blog donde se puede bajar toda la música de Violeta parra disponible en el mercado más muchas otras que no se han reeditado por más de 40 años.

También he subido libros y materiales como las partitturas de las composiciones para guitarra. Recortes de prensa antiguos, etc.

Recomiendo, humildemente, que incluyan la dirección el el posteo original de modo que la mayor cantidad de gente tenga acceso a la música de Violeta. Un abrazo. Rodrigo Olavarría

Ya. Sale y vale. Inscrito. Yo apoyo, apaño, secundo, respaldo. A las 12:00 de esta noche queda posteado.

El trabajo que ha hecho Rodrigo Olavarría es notable!! Lo incluiré en el post, al igual que tu iniciativa.

Gracias Gonzalo!!.

Listo, (lo publiqué un poco adelantado).
He incluido también el blog de Rodrigo Olavarría.

Felicitaciones al creador de esta blogaton y ojalá que muchos más se unan a ella.

Saludos.

Hola, me sumo a esta iniciativa, escribo de como la canción “Gracias a la Vida” de Violeta Parra, se convirtió en un himno por la defensa de la vida y los derechos humanos en el año 1984, saludos, boris

Estoy lleno de preguntas. Intenté resolverlas en mi reflexión, pero me pareció un tanto infructuoso hacerlo. Creo que la escencia es entender el trabajo de Violeta desde la perspectiva de cada uno. Para mi, eso la hace más grande aún.

Es por lo mismo que me uno a la blogatón.

Abrazos.

Violeta es una mujer de todos los tiempos, intensa, valiente, jugada, que se empapó con la cultura profunda del pueblo para expresar desde allí sus emociones, sus juicios, razones y reclamos.

Cada vez que la escucho, tengo una interpretación más profunda de sus temas.
La diversidad de su faceta artística están dotadas de un grado de representatividad de lo humano, de la vida misma, que la ponen a la altura
reservada a los premio Nobel.

En Sandia, desde las 13.20, conversamos, discutimos y le damos la cuerda a doña Violeta. Habran ademas buenas canciones de ella grabadas especialmente por Gepe, Javiera Mena, Leo Quinteros Y Colombina Parra.

Admiro el trabajo y la influencia de la Violeta en las generaciones posteriores y su marca en la tradición cultural y musical chilena… creo y perdonen la comparación, que es como elvis en USA… hay un antes y un después de ella en la música chilena…
Saludos!

Gonz: te envío un texto de la mistral -la mistral final y póstuma- que me parece que bien podría haber redactado violeta parra. violeta, para mí, es un enigma extraño, una suerte de fantasma que todavía no podemos procesar. quería escribir algo sobre ella, a pito del último tomo de la antología de nómez, pero aún no voy a buscar el libro a LOM. Es raro: pensaba en la Violeta cuando pasó lo de Hans Pozo. «La exiliada del sur» me parece que habla de un descuartizado y traza un avance del horror del 73. No sé. El texto de la Mistral se llama Jardines y viene en un libro póstumo. Es casi una canción pero califica de diálogo. La madre es una fantasma. La madre es la Mistral y por qué no Violeta Parra. Check it. un abrazo.

a.

::::

JARDINES

“-Mama, tienes la porfía
de esquivar todas las casas
y de entrarte por las huertas
a hurgar como una hortelana.
¿No sabes tú que tienen dueño
y te pondrá mala cara?
A huertos ajenos entras
como Pedro por su casa.

-A unos enseñé a leer,
otros son mis ahijados
y todos por estos pastos
vivimos como hermanados,
y las santiaguinas sólo
me ven escandalizadas
y gritan –“jVálgame Dios!”
o me echan perros de caza.
Pero pasaré de noche
por no verlas ni turbarlas.
¡Qué buenos que son los pobres
para ofrecer sopa y casa!

Cuando leí por primera vez a Kerouac, Los subterraneos, y semana después, en el camino, lo que más me calentó del libro fue esa hermandad, ese pandillaje luminoso enq eu se habían embarcado estos flacos allá por San Francisco. Algo de lo mejor de las primeras cien páginas de «Los detectives salvajes» discurre por la misma senda. El sentarse en torno a una mesa y partir de allí a crear o volver a ese mesón, a mostrar o dejar caer por el lado, esas páginas en que se está trabajando.

La imagen que va arriba habla de un momento similar de hermandad que se vivió durante los sesenta en estas mismas calles de pavimento roto y veredas con olor a orina. Me sumo a la blogatón armada por Maza, aplaudiendo lo mismo de lo que Gonzalo y Marisol y Javier y Roberto y otros, son de alguna manera parte también.
De una fiesta con una mesa cada vez más grande. Como la de té club, sí. Donde cada vez se sirvan más botellas de buen vino, se cuenten nuevas historias de viejos viajes y se canté a voz en cuello que aquí sí ha nacido una con una estrella en la frente, y que se nos fue hace 40 años. salud!

¡Qué buenos que son los pobres para ofrecer sopa y casa!

Bueno, así somos los pobres. Espero que les haya gustado la sopa y la casa. Se hace lo que se puede. Lo lindo es que todos hemos constatado, de una manera u otra, lo intensa de esta señora, incluso después de 40 años de muerta. Mucha gente acusa recibo de esa energía y esa intensidad, más allá del talento con lo que tiñe todo lo que uno ve de ella.

Todo esto de Violeta me ha hecho pensar mucho en este par de días. Primero, la pobreza no te hace débil, te hace más fuerte. Lo que mató a Oña Violeta, me atrevo a decir, no fue la pobreza: fue el abismo que se le abrió ante sus pies después de descubrir que había otro mundo donde todos la admiraban, la recibían con los brazos abiertos, donde conoció un amor y la escuchaban. Cuando Violeta mviaja a París y Ginebra alucina en vida. De vuelta en Chile, esa alucinación se desvanece, y como cenicienta, vuelven a ignorarla, a hacer como que escuchaban llover cuando cantaba. No es algo solo con Chile: el mismo Gilbert Favre, el principe encantado, la desaira. Parte a buscarlo a Bolivia incluso. Ella, la mujer fuerte, la que se indignaba con lo más pequeño, la orgullosa y querendona, se niega al fin de la ensoñación. Pero no hay caso. Por ahí leí que en algunas de las últimas funciones de la carpa de La Reina iban no más de 10 personas.

Violeta no se murió de rabia, creo yo (aunque muchas canciones esa rabia esté presente), ni tampoco es que deseara vivir en Europa: me da la impresión que después de un rato el laberinto solo le mostraba círculos, volteretas sin sentido. Y la señora no estaba para pisarse la cola.

Era un péndulo: muchos han notado en esta blogatón lo casi opuestas que son las letras de «Gracias a la vida» y «Maldigo del alto cielo». Yo agregaría las dos versiones del desamor en «El Albertío» y «Run Run se fue pal norte», o esas dos cuecas que parecen una sola: «Pastelero a tus pasteles» y «De cuerpo entero». Todas estas canciones están en su último disco, «Las últimas composiciones» (1966) que como bien anota Marisol García, es sin ninguna duda el mejor disco de la música chilena, y tiene tantos puntos altos que parece un compilado.

Ese lo grabó tres meses antes de morir, y cuatro temas los canta con el uruguayo Alberto Zapicán (quien también toca el bombo, y se nota en el disco ese tono medio de candombe uruguayo que le da a las cuecas). Zapicán apareció entrevistado este fin de semana en La Tercera, y ahí confirma un poco este carácter pendular de su obra.
«Violeta era un ser que emocionalmente reventaba y que creaba una letra expresando -justa e injustamente- todos los estados por los que puede pasar el ser humano: rabia, placer, amor, odio».

En todo esto he pensado en estos días: en la rabia, el ninguneo, el desamor, pero sobre todo, en la capacidad mágica de transformar en bello hasta las materias primas más innobles.

Aunque a Oña Violeta se le consumió la vida en esa alquimia, está claro que esos esfuerzos no fueron en vano, que acá estamos todos embobados con ella, y que haremos lo posible por buscar la oportunidad para dejar de quejarnos, y tener la suerte de algún día poder transformar ese barro y esas lágrimas que a veces nos agobian en jarritos de greda.

Quería compartir con todos ustedes unos versos en paya que llegaron como comentario a mi blog.
Pertenecen a Omar Rojas, joven poeta popular cureptano.Y dice:

«desde el Maule se agradece,
el homenaje a la Viola,
que ha sido una gran cantora,
de la versá popular,
es hermoso su cantar,
y hermosa toda su vida,
y aunque ha sido algo sufrida,
se le sigue recordando,
y luego haremos un aro,
y por ella vamos tomando.

saludamos a don fabio,
que a ella ha recordado,
y un homenaje ha brindado,
a la gran violeta parra,
la Master de la guitarra,
en estas tierras chilenas,
jue cantora y de las wenas,
el las peñas y chinganas,
saludamos con la caña,
de pipeño de esta tierra…»

http://pensandomar.blogspot.com

Excelente post, acabo de descubrirlo.
Ayer fue un día muy lindo, porque en todas partes estaba ella. Sería bueno que se quedara en las parillas radiales, no solo en su aniversario sino el resto de los días también. Yo la tengo en mis playlists durante todo el año.
saludos!

Hola Gonzalo, me sumé a la blogatón por la Intensa Violeta, me costó descifrar qué significa para mí, fue difícil pero interesante. Entretenida tu invitación a esta blogatón, ahora me voy a leer que han escrito los demás.
Saludos!

Hola!

Yo también me sumo. Una breve crónica basada en un relato (también breve) de Patrico Manns sobre Violeta, pocos meses antes de su muerte (escribirlo así, tan acéptico, «su muerte»….)

En fin.

Saludos a la bloggaton

no sé si escribiré algo (aún) acerca de violeta parra, sí que acompañó toda mi infancia y que mi madre me arrullaba poniendo su música en cassetes, eso incluso después de volver el 85 (afuera era menos peligroso escucharla)…en fin, escribo para decirte que entrevisté al gran sergio bravo el año pasado mientras hacía un stage en Caras, me aproveché de los recursos de televisa para saciar intereses personales,es verdad, pero ellos pagaron el viaje a viña a verlo y el almuerzo con su mujer en el Brighton, un gran hombre algo cascarrabias, no tengo la entrevista, creo que salió por mayo…renuncié en marzo, y en casa de mis padres tenían el ejemplar dond salía don sergio q luego se perdió,,,,,fue una entrevista a 4 páginas, largo y tendido…me fue fácil pues él era muy amigo de freddy buhache, uno de los editores de cahiers du cinéma q fue mi profesor en Letras en la U de Lausanne….eso, q bueno q alguien más ubique al fundador de lo que fue el depto de cine experimental en la chile, quien es un perfecto desconocido por acá, creo que casamiento de negros y mimbre (como todos sus otros documentales) no están aún en DVD,,,triste cosa…

Ya, ya, ya, todo muy bien. Percibo buenas intenciones y todo eso. Buena onda o buen rollo, como dicen en España. Pero, por favor, un poquito más de sentido crítico. Mucho guiño ondero a Kerouac y a Bolaño, mucho comentario técnico-discográfico, pero nada de preguntas incómodas ni de cuestionar el particular momento POLÍTICO (sic) de estas celebraciones. Ni de la articulación de este momento con las estéticas vigentes hoy en día al interior de nuestro campo cultural.

Por ejemplo, ¿en qué momento la familia Parra permitió que el legado fuera administrado por un camaleónico TRAFICANTE DE ARMAS, EX COLABORADOR de una de las peores dictaduras militares del continente? Y lo más curioso, ¿por qué eso no causó escándalo? ¿Por qué no detonó debates ni posteos ni blogatones? ¿O es que me las perdí? ¿Es que de repente todos somos artistas puros? ¿Es que ahora no es de buen tono meterse en política? ¿No es cool o como crestas se diga ahora?
Decisiones equívocas como esa vinculación con Cardoen no hacen más que poner en el tapete, una vez más, la sospechosa actitud de los descendientes de Violeta Parra con respecto al legado de una mujer cuyo recuerdo y herencia cultural ya no les pertenece a ellos, sino a todo un país, y que por lo mismo debieran cuidar más.
Hey, ella se pegó un tiro en una carpa rasca, a la que -como muy bien recordó alguien- casi no iba nadie. Ella no terminó instalando una peña en San Isidro o Bellavista ni negociando sus arpilleras con Tomás Andreu o buscando mecenas despreciables.

Ella nunca estuvo en esa parada. Todo lo contrario: encaró el tema mapuche, encaró la memoria mistificada de Arturo Alessandri (lo trató de «León sanguinario»), encaró al Papado (Qué dirá el Santo Padre…), celebró a los estudiantes movilizados, etc.
Oye, estamos hablando de Violeta Parra, no de la Cecilia.
Mójense el potito, alguna vez, puh, cabros. Hablo del foro, no del sitio de Maza, que está OK.

Bueno, bueno. Hay un punto con lo de Cardoen, pero eso quedó en nada, y en su momento yo lo vi casi como una provocación. Me pareció ofensivo que alguien tan oscuro como Cardoen fuera el socio de un legado cultural como el de VP, y es verdad que nadie salió a las calles ni levantó la voz en su momento. Pero no los culpo: claramente esa gente golpeó muchas puertas antes de las del vendedor de armas, y les respondieron con hartas sonrisitas falsas que no llevaron a nada. Y me imagino que si mamá fuera Violeta Parra, y viera que sus arpilleras se están pudriendo bajo la cama, a mí también eso me daría rabia, y haría algo así como diciendo, «miren donde llegamos a parar de tanto ninguneo, país de pelotas». Por supuesto, esto es algo que solo me imagino, y no le he dedicado tantas reflexiones, porque la blogatón no es (fue, sigue siendo) sobre la familia Parra, sino que de Oña Violeta. Lo que haga o deje de hacer su familia es otro continente que, personalmente, ni siquiera he visto en las guías de turismo, ni sé si tengo ganas de visitar.
Y lo otro: ¿qué es «mojarse el potito»? No hay nada peor que la especulación, pero en sus momentos de soledad y desesperación, ¿le habría negado Violeta Parra el mecenazgo a Cardoen, o digamos, Tomas Andreu, o cualquier otro tipo con plata que por solo tener plata te llama a la sospecha? ¿Tú crees verdaderamente que le gustaba la idea de ser pobre, que la carpa estuviera cayéndose, que no la pescaran? ¿Te parece que su arte es más puro por eso?

Es este un concepto muy romántico: que el arte es mejor (más noble, expansivo, provocador, lo que quieras) cuando el artista sufre, o por lo menos, cuando está incómodo con su entorno. Es un concepto que alimentamos todos los días… pero ¿es real? ¿Se aplica a todos los artistas, siempre?
Es una pregunta válida. Yo, la verdad, no soy muy bueno para las respuestas. Pero esto me recuerda una frase de los Beatles que creo que citaba Bukowski: a los Beatles le preguntan, cuando ya son estrellas y van a recibir medallas de parte de la reina Elizabeth..: «Ahora dos de ustedes ya están casados, y todos viven en medio del esplendor domestico… ¿Esto les ha afectado en la escritura de sus canciones?». Paul dice «No». Y Lennon completa la respuesta: «Es más fácil escribir canciones sentados en cojines que en tablas de madera». Sentados en esos cojines hicieron «Revolver», «Sgt Pepper» y el álbum Blanco.

Esto no es, claro, para acallar la crítica (nada peor que eso). Es solo darle una vuelta a la perspectiva para ver toda la pelota.

Ah, y gracias por el OK.

que Violeta Parra no suene en las radios, ni estén todos sus discos es un escándalo.

porque la memoria musical no se construye sólo con la música que guardas en tu pendrive, computador o tocadiscos.

sino, con la que suena en la micro o en un supermercado o aparece en las películas o surge en la tele.

el otro escándalo es ser tan adolescentes y decir cosas como «graaaaaaaande viooolettta» sin saberse las canciones o querer meterla a los códigos del «rock» cuando estoy seguro le daba como lo mismo.

ya estamos viejitos para usar el rock como medida de las cosas.

si. bien dicho.

No teno blog ni intenciones, pero no puedo dejar de sumarme a este homenaje de esta extrañísima flor chilensis.

Cómo olvidar aquella vanal disertación en la que en vez de esquematizar lo aprendido, mi amiga y yo nos fuimos a emborrachar en su nombre, sin que nos importara un comino reprobar la asignatura (como de hecho sucedió).

Desde Valdivia, aplaudiendo la iniciativa.

Perdona, Maza, pero andaba de vacaciones. Te agradezco tu réplica: todo un mazazo.
A mojarse el potito me refiero a que de una vez por todas se toquen temas incómodos, a poner el dedo en la llaga, a ser «peligrosos» y amenazantes, a decir lo que no se quiere escuchar y escribir lo que NUNCA será primera plana. De lo contrario nos van a seguir viendo como un grupo de cabros jóvenes -o ya no tanto- que hablan de música y cine en sus ratos libres, que intercambian fichas técnicas, se pasan datos de trivia, y dejan caer una que otra crítica de vez en cuando, pero que a fin de cuentas no le hacen daño a nadie. Tengo claro que con el blog no voy a cambiar nada, pero es un buen campo de pruebas, un laboratorio, un esbozo de revuelta. Sé que la gente pensante (aunque hay excepciones) deja los medios y se refugia en los blogs. Única opción, último refugio. Nunca un escondite. No podemos convertirnos en autistas abandonados al dialecto, a la jerga, al club privado. Eso es muy fácil y no ofrece ninguna resistencia. Te convierte en un actor irrelevante, prescindible. Puedes seguir existiendo o dejar de hacerlo y eso no le va a complicar ni a facilitar la vida a nadie. Ser parte del paisaje cultural urbano no es mi idea de arte ni mi idea de debate en torno al arte. Mi idea es ser una mancha, una basura, un mal olor, una piedra en el zapato que puede eventualmente causar una herida. Herir el pie para obligarlo a detener la marcha o al menos demorarla. Sabotear, molestar, hacer zancadillas. Dáte, dénse, démonos la licencia para enfermar (qué buen álbum).
Volviendo al tema, tengo claro que jamás hubo mecenas para Violeta en Chile porque ella les mostraba a los dueños del campo cultural la cara que no querían ver: el rostro aindiado, la voz inculta, la letra peligrosa. No cabía posibilidad de encontrar mecenazgo en Chile para Violeta Parra. Ni entonces ni hoy. ¿Te imaginas las arpilleras de Violeta Parra en la Galería Animal o en la de Tomás Andreu? ¿Te imaginas un cóctel de caviar y Chardonay con la Violeta Parra en medio de la socialité de Artes y Letras? ¿Te imaginas la carpa de la Violeta en Alonso de Córdova o Nueva Costanera?
Respecto de tu ejemplo, lo encuentro malo. No sólo porque me revientan los Beatles y Bukowski (problema mío), sino porque me resulta INCONCEBIBLE que ella alguna vez fuera objeto de un acto de reconocimiento por parte del poder. Ella sabía que ninguna reina, ningún presidente, ninguna Academia ni institución local le darían reconocimiento alguno. El único que obtuvo lo encontró afuera. Sus arpilleras se expusieron y consagraron en París, no en Chile. La música de «Gracias a la vida» se tocó en el funeral de Olaf Palme, no el de algún presidente chileno.
No estoy diciendo que el arte sea mejor cuando se sufre, cuando se es incomprendido. Estoy diciendo que el mejor arte provoca rechazo, revulsión, incomodidad, y eso suele provocarle sufrimiento al artista. Pero, ojo, Violeta no es una gran artista PORQUE lo pasara mal, es una gran artista A PESAR de que lo pasó mal. Rechazada por la prensa, por el medio cultural, por las «audiencias», ella pronto entendió que nadie le iba a tender una mano. La incomprensión, el sufrimiento, la soledad no son efectos buscados por la subjetividad del artista, sino síntomas objetivos de una sociedad ignorante y sojuzgada.
En el arte de Violeta Parra ambos planos se intersectan: No sólo me gusta la Violeta doliente de «Maldigo del alto cielo», también me gusta la Violeta irónica de la «Mazurquica moderna».

me parece genial esta idea de que todos podamos aportar un granito de arena para difundir la cultura popular, campesina o más que cultura la sabiduría de el que aprende viviendo y no solo leyendo.
La Violeta es grande! gracias a la vida que existió ella para que viniera a rescatar todos esos escritos y la tradición oral que no en vano predura por siglos, pero los invito a no olvidar que los»puetas» y cantoras siguen allí, en los campos creando improvisando, observando y comentando, muchas violetas y victores, en fistas, en la cruz de mayo, etc… si tiene la oportunidad no duden en ser su publico. bueno eso mantengamos viva la cultura nuestra!.
Como datos los los invito al revisar las colecciones del archivo de tradición oral de la biblioteca nacional(algunas cosas también las suben a la pagina de la biblioteca)

fuiste una mujer sensacional te admiro por que fuiste una gran persona igual como sensacional en tocar guitarra te cuento yo tengo 12 años y me encanta tocar guitarra incliso tocar tus canciones te admiro muchisimo tu familia deben estar orgulloso de ti chao se despide camila paillao olea

que increible pensar que a pesar de los años violeta sigue tan presente y actual como en sus dias, y es que la critica social que realiza aun no tiene respuesta el sentimiento propio por los mas debiles y su reconocimiento a la gente olvidada hacen de ella por lejos la artista mas completa de chile. viloleta tiene gusto a tierra chilena de susu letras se desgrana la maravilla y florece el copihue en lo personal mi alma vibra con cada acorde y mi corazon se siete con cada palabra es que es la mujer fuerte que un adolecente quiere tomar por suya y la voz de madre que se necesita al llegar el cansancio de la tarde.La sencibilidad de esta mujer fue aplaudida llego sola a un mundo desconocido quiza muy grande para el corazon soñador que se conformaba con el barro. las brazas la lana y su guitarra. Es que la pena desoja las flores y los dolores mataron a mi violeta

Que tarde llego. Un sincero homenaje desde Perú; me rindo ante Violeta. La siento tan entrañable que siempre tiendo a imaginar que es peruana, andina, hermana de Arguedas.

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