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VALDIVIA 2009

VALDIVIA 2009: Un par de películas que nadie debería perderse

Y verás como quieren en Chile...

Con días de sol y harto entusismo partió ayer el Festival de Valdivia. Yo sé que con esta frase parezco redactor de agencia UPI, pero no deja de ser cierto. Hay un ambiente entusiasta en este Valdivia: hay ganas de ver buenas películas, de conversar con gente, de presentar proyectos, y hablar de proyectos y de comentar películas. Como ocurre a veces en los festivales, las actividades son tantas que no hay que perder de vista las películas, que este año son muchas y hay muchas muy buenas.

En ese ánimo ya ha trabajado el esforzado de Raúl Camargo, que en su hasta ahora botado blog Barco Negro al Sol (en el que no escribía desde julio de 2007) hace una buena recolección de las recomendadas en la Competencia Oficial (ver acá para documentales, acá para ficciones latinoamericanas y acá para ficciones del mundo… No me pregunten por la nomenclatura, así es Camargo). En el blog de La Fuga, además, planean una cobertura completa del festival, y estarán comentando lo que vaya ocurriendo con las películas allí.

Por mi lado, creo que este festival de verdad hay un puñado bien contundente de películas imperdibles, entre las que compiten y las muestras paralelas. Si me preguntan, LAS QUE NADIE DEBERIA PERDERSE de este festival serían…

1. «Excursiones» de Ezequiel Acuña: Con su mejor película hasta ahora, Acuña se sumerge en el entrañable mundo de los amigos del colegio que uno ya no ve ni ya quiere ver, pero a quienes estamos amarrados por afectos compartidos del pasado que no se puede (ni nadie quiere) destruir.

2. «La pivellina» de Tizza Covi y Rainer Frimmel: Parte de la Quincena de Realizadores de este año, esta preciosura de película sigue la simple vida de una señora italiana que encuentra a una niña pequeña extraviada en un parque de juegos, y decide quedársela. Tal como Excursiones, acá los afectos y el cine se comunican sin imponerse uno sobre otro.

Pivellina

¿Vieron? No son tantas. La vida no es tan terrible. Vean estas dos películas. Ninguna pretende dar cátedra de nada. Pero rozan aquello tan intimo y secreto que, en mi caso, siento que uno lleva como espectador cuando entra a ver una película.

Por cierto, como dos películas pueden ser muy poco, les recomiendo LAS QUE TODO CINEFILO NO DEBE PERDERSE SI QUIERE LLAMARSE TAL (para ver o volver a ver)

3. «Nucingen Haus» de Raúl Ruiz: Filmada en Chile, con vampiros en el campo chileno e inmigrantes extranjeros. Es como si Ruiz hubiera mezclado «Días de campo» con «Vrolock» y «The white ribbon», la última de Haneke que ganó Cannes. Esa onda. Güena, como siempre.
4. «El espíritu de la colmena» de Víctor Erice: Si usted es de esas personas que les gustan las películas españolas como «El laberinto del fauno» o «El orfanato», bueno, tiene que saber que todo cine tiene una raíz histórica, y Erice está en el ADN del cine español. Poético y misterioso y sensible, está película claramente está en el panteón de las películas más bellas y simples del cine moderno.
5. «I married a strange person» de Bill Plympton: Cine erótico de animación. Tex Avery pero en ácido. Los dilemas de la relación de pareja, en lo íntimo y en lo sexual, llevados al extremo. Para descubrir porque es un lujo que Plympton esté en este festival.
6. «Como me da la gana» de Ignacio Agüero: No vamos acá a descubrir a Agüero. Este homenaje a su obra en Valdivia es merecido y completo. Esta película pequeña, sin embargo, sigue vigente es un viaje al tunel del tiempo de una época, mediados de los ochentas, donde un grupo de tipos muy perdidos y muy convencidos se aferraban al cine.
7. «Mis pequeñas enamoradas» (Mes petites amoreuses) de Jean Eustache: Quien no la haya visto tiene que hacerse el favor de verla. Hay gente que la define que es una película de Truffaut con un personaje de una de Bresson, pero hay quienes dicen que exactamente lo contrario, y también tienen razón. La foto de Nestor Almendros y la mirada adulta de la adolescencia, sin hacerle favores a la nostalgia de segunda, son logros no menores. Bella, bella, bella.
8-9-10-11. «Huacho» de Alejandro Fernández y «Navidad» de Sebastian Lelio y «La nana» de Sebastian Silva e «Ilusiones ópticas» de Cristián Jiménez: Si no las han visto hasta ahora, se están perdiendo una generación del cine chileno que está floreciendo y creciendo frente a nuestros ojos. Nada más. No es poco.

Si a eso agregamos: LAS QUE YO NO ME QUIERO PERDER POR NADA DEL MUNDO (porque, claro, las anteriores ya las vi)

12. «Ne change rien» de Pedro Costa: Película musical e intensa, dicen. Solo para valientes costanianos, que para mí es lo mismo que decir, solo para verdaderos amantes del cine. Y en esta caso, también podríamos decir, de la música.
13. «Vou para casa» de Manoel de Oliveira: Esta ya debería ser una regla para todos los festivales de cine del mundo, de acá hasta el final de los tiempos: Tener una de Manoel de Oliveira. Siempre sirven para lavarse los ojos entre tanto cine joven.
14. «The cat, the reverend and the slave» de Alain della Negra y Kaori Nikoshita. Todo el mundo habla de este documental, que se mete en las vida verdaderas de los fanaticos del juego online Second Life. Todo lo que se ve de ella se ve buena.
15. «Mitómana» de Jose Luis Sepúlveda: La esperada segunda película del director de «El pejesapo», la película más aguerrida y original de los últimos años. Pronostico: función llena.
16. «Idiots and angels» de Bill Plympton: La última de Plympton, que es como «Las alas del deseo» versión Plympton, según dicen.
17. «El sur» de Víctor Erice: Fácil: nunca la he visto, buaaaa. La presenta el gran sonidista chileno Bernado Menz, quien hizo el sonido de la película y puede contarnos detalles del metodo de filmación de Erice.
18. «Trance» de José Luis Torres Leiva. Nada que decir: JLTL es siempre un enigma y un descanso. Qué ganas de ver esta, y me tinca que hace programa doble perfecto con la de Pedro Costa, por el tema de la música.
19. «Mandrill» de Ernesto Díaz: Nada qué decir: quiero esas patadas voladoras ahora ya!
20. «Te creís la más linda» de José Manuel Sandoval: El gran exito de este año en Festival Cine B solo tiene buenos comentarios y ahora es tiempo de acercarse a ver de qué se trata todo esto.
21. «California company town» de Lee Anne Schmitt: Esta directora, que conocí en Bafici este año, es indicada como la discipula de James Benning, así que nada malo puede salir de aquí: atención, eso sí: es cine contemplativo en su máxima expresión.

Y si aún así esto pareciera poco, podemos entrar a la categoría IMPOSIBLE NO CHEQUEAR
22. «In comparison» de Harun Farocki: Porque es Farocki, no más. Y que jue.
23. «Tiempos malos» de Cristián Sánchez: Ojalá en una versión terminada de una vez por todas.
24. «Independencia» de Raya Martin: Aunque sea para odiarlo como hizo AFA en el último Cannes.
25. «Waiting for Sancho» de Mark Peranson: El documental que hizo el crítico Mark Peranson sobre «El canto de los pájaros» de Albert Serra, donde participó en la filmación. Les digo, Peranson (editor de Cinemascope) es un plomo. Ojalá ande más simpático en este Valdivia.