El cineclubista Salvador Samaritano le contó hace muchos años a Fernando Martín Peña (ex director del Bafici) que una vez proyectó Metrópolis y que nunca se iba a olvidar de esa proyección porque había tenido que sostener con el dedo por más de dos horas la película, porque tenía un defecto que hacía que se viera mal. A Fernando siempre le quedó en la cabeza la historia, porque se supone que no podían ser más de dos horas ya que la versión duraba menos. Entonces siempre pensó que tal vez la copia podía ser la versión alemana y no la versión americana.
Jorge Letelier está haciendo excelentes notas cinéfilas para LaTercera.com, y la última es una reveladora entrevista a Paula Felix-Didier, directora del Museo del Cine en Buenos Aires, donde se encontró (y se hizo público esta semana) una copia de «Metrópolis» tal como se estrenó en Berlín en 1927, de unos 170 minutos de duración, 20 más que la que se suponía que era la versión definitiva restaurada en el 2001. La historia es fascinante porque en todo estos hallazgos hay un cinéfilo con alma de investigador privado que hace las conexiones correctas en el momento correcto.